Volveré una tarde de septiembre con los primeros soles y las últimas ballenas, caminaré tus playas y tus doradas dunas, me perderé en la bruma de una tarde cualquiera. Mi corazón no habrá partido entonces, será como no haberme ido nunca, seré parte de ti otra vez, te cantaré mis deseos y me dormiré en la humedad de tu oleaje blanco, en el olor a mar sereno, sobre un colchón de caracolas. Volveré a caminarte una tarde... una tarde como esas tantas en que te he dado mi infancia, volveré a darte mis sueños, mi sonrisa, como tantas mañanas y de mis noches, las últimas lágrimas. Volveré a ti, aunque nunca me he ido, y seremos otra vez cielo y mar... arena y espuma... profundidad e infinito... Teresa Aburto Uribe (1965) |
Sunday, April 17, 2011
Una tarde cualquiera
Subscribe to:
Post Comments (Atom)
Un fuerte abrazo , en el gozo de la verdadera Vida, que Jesús viene a mostrarnos
ReplyDelete¡Él vive entre nosotros, nada podemos temer!
Feliz y Santa Pascua